A través de estos extraordinarios grabados Mercedes Mateos ha plasmado mágicamente la huella que Islandia le dejó durante su breve estancia en el verano de 2014. Bastaron unos pocos días recorriendo la isla nórdica para que la artista se enamorara incondicionalmente de su incomparable atractivo.
Cada uno de estos pequeños frisos de color y textura originalísimos, encierran en sí, la grandeza y rotunda belleza del paisaje islandés.
Glaciares inhóspitos, llanuras de lava, volcanes y columnas basálticas, cursos termales, cascadas de impetuoso caudal, montañas tapizadas de líquenes con playas agrestes, límpidos cielos, geiseres sorprendentes, enigmáticas fumarolas,…
Todo esto y mucho más causan un hondo éxtasis emocional en la artista que se ve abocada sin reservas a plasmar apasionadamente su inefable sentimiento ante tanta hermosura .
Mercedes Mateos nos invita a compartir su pasión por Islandia, país que seguramente como ningún otro conjuga de forma admirable los cuatro elementos constitutivos de nuestro mundo: agua, aire, fuego y tierra.