Esta exposición inédita que la artista denomina Verano 2020 es, sin duda una sencilla metáfora del porvenir, y , por tanto, una reflexión del tiempo no transcurrido.
A través de estas espléndidas ceras, Mercedes Mateos nos sitúa en el futuro. Bañistas en cualquier playa mediterránea posan inadvertidamente bajo un sol imaginado en actitud relajada y distraída.
Nada de lo que contemplamos ha ocurrido aún y sin embargo nos resulta cotidiano y familiar.
Todos los veranos que vendrán nos permitirán contemplar imágenes similares, intuimos lo no acontecido desde nuestro presente y nos trasladamos al 2.020 en un juego caprichoso y atractivo.
Este pasatiempos le sirve a la pintora para jugar con los colores, los cuerpos , los escorzos , los movimientos , invitándonos a compartir ensoñaciones sobre una arena aún no bañada por el mar ni acariciada por el sol. Esperemos a ver qué pasa.